martes, 20 de febrero de 2024

Rol de la enfermera en la implementación de la lactancia materna en recién nacidos pretérminos

Las enfermeras tienen una posición única en los cuidados de los recién nacidos y sus familias. Poseen la formación necesaria para realizar, tanto previa como posteriormente al nacimiento del recién nacido pretérmino, una correcta educación sanitaria acerca de los beneficios de la lactancia materna. Esto promueve y desarrolla la capacidad de las familias para realizar una elección informada, evitando posibles mitos que perjudiquen la consecución de una correcta lactancia materna.

En el momento de desarrollar una lactancia exitosa, los profesionales adquieren un papel indispensable para enseñar a la madre las distintas técnicas que conducirán en última instancia a la succión nutritiva en el pecho y facilitan su comodidad e intimidad. Pese a que la leche materna se considera el mejor alimento que se puede ofrecer a los recién nacidos, además de fortalecer los lazos madre-hijo, la decisión última de amamantar corresponde a los padres. De esta manera, son integrados como principales cuidadores en la alimentación de su hijo.

Se destaca la importancia de implementar en el ámbito hospitalario planes de cuidados integrados que guíen a los profesionales para, así, unir criterios y favorecer la incorporación de la lactancia a los recién nacidos pretérmino.

La adherencia a la lactancia materna ha demostrado tener una influencia positiva en diversas áreas del neurodesarrollo de los recién nacidos pretérmino. Comparado con los alimentados con leche artificial, los recién nacidos alimentados con lactancia materna adquieren resultados de coeficiente intelectual más altos, se muestran ventajosos en el dominio del lenguaje, y su desarrollo motor y percepción visual son superiores.

En vista de estos resultados, el papel de las enfermeras antes y después del nacimiento del recién nacido es fundamental para aportar información acerca de la lactancia materna y de sus beneficios, así como potenciar un cuidado continuo de la familia. Todo ello en aras de una crianza y un desarrollo cognitivo óptimos.


Redefiniendo a la Enfermera Especialista en Familia y Comunitaria

 

El Sistema Nacional de Salud (SNS) fue creado en 1986 y desde entonces la sociedad, las familias, los ciudadanos, las competencias de los profesionales sanitarios y el modelo de salud han cambiado.

De hecho, en la actualidad se está poniendo de relieve el momento crítico que atraviesa nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), destacando especialmente la Atención Primaria (AP).


Siendo conscientes de las consecuencias que tiene para la ciudadanía la situación de la AP y conocedoras del papel que juegan las enfermeras de los centros de salud, y el gran potencial de las enfermeras

especialistas en Enfermería Familiar У Comunitaria, consideramos necesario mencionar y poner de relieve esta aportación como una fortaleza para el propio modelo desde estas líneas. Una respuesta adecuada a las necesidades sociales actuales, garantizando la sostenibilidad del sistema, requiere el desarrollo de estrategias que resalten el papel autónomo y especificidad de la enfermera de AP.


A pesar de la rigidez del sistema, del mismo modo que se han producido modificaciones a distintos niveles sociales, también la práctica enfermera ha evolucionado y, por tanto, el valor de lo que pueden ofrecer las enfermeras al sistema se convierte en una fortaleza que no debería ignorarse.

Pudiendo ser precisamente esta especificidad de la práctica enfermera actual la que puede dar sentido al cambio que la atención sanitaria necesita para responder a las actuales demandas de la ciudadanía. Dentro de las áreas específicas de la práctica enfermera actual encontramos:

  • Ser facilitadoras de salud.
  • Ejercer como gestoras de acciones de cuidado.
  • Acompañar en el cuidado propio a lo largo de la vida.
  • Entrenar a la persona para que se cuide mejor y sustituyéndola en su autocuidado hasta llegar a proporcionar cuidados de bienestar al final de la vida tanto a la persona y su familia.

La supervivencia y la eficiencia de la AP pasan por la colaboración y el compromiso con un modelo de atención que requiere ajustes. Entre otros, el cambio del enfoque centrado en la enfermedad, que pase a poner énfasis en el fomento de conductas saludables, la promoción de la salud, el bienestar y el autocuidado. Este cambio debería ser liderado por las enfermeras especialistas en Enfermería Familiar Comunitaria ya que cuentan con capacidad de desarrollo de estrategias y resolución de problemas de salud a estos niveles.








Rol de la enfermera en la implementación de la lactancia materna en recién nacidos pretérminos

Las enfermeras tienen una posición única en los cuidados de los recién nacidos y sus familias. Poseen la formación necesaria para realizar, ...